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jueves, 29 de abril de 2010

Capitán Bogavante




“Mandar es respirar.”
A. Camus





Acróbata maravilla,
El Capitán Bogavante.
El sabe bien
Que ciertos caballos
No pueden enlazarse
Nuevamente.



Entre las calles

Ardillas vulnerables,
Los estallidos finos
Que harán temblar
Los mares de esta ciudad.



Estás soplando un remolino en tus manos.

¡Porque querés maravillar!

Bandas de nativos. (Ritmo para Cuautemoc)




Las armas no arman sino que desarman.
Me abrumo, te abrumo con zumbidos.
Bandas de nativos cubiertos de azar.



El sol y su calor hornearán tu carne
Dentro de tu armadura ennoblecida.
Bandas de nativos rellenos de sal.



Solo en cimas anida el Águila,
Y tu brazo dorado golpeando el viento aún.
Bandas de nativos bañados de mar.

La Vida imita la Muerte.







La vida imita la muerte y se regocija entre nosotros con una lujuria por momentos atrapante y por momentos, francamente vomitiva. Puede un cerdo rumiante beberse nuestras copas con una elegancia ejemplar, del mismo modo que un psicópata desprevenido se deja seducir fielmente por lo que le dictan las estrellas. Nos acostumbramos a los golpes a que un duende astronauta nos agudice con sus personajes multifacéticos y sus psico-sádicos planes operantes.

¿Puede acaso el Capitán Bogavante desfilar adictamente por los pasillos de TV como por arte de magia? Es muy común ver a nuestros padres caer en la tentación del “Culo-Shop” con la lengua entre sus manos y los ojos embravecidos sobre el tapete del Casino “Modern-Persia”. No nos sacude para nada ver a un puto de cartel viendo secar su miembro entre los culos de la colección de intachables. No nos intimida en lo más mínimo ver a un tano “Killersino” espiarnos detrás de un muro enmohecido, ¡uno se acostumbra a cada cosa! Puede el mismo diablo reinar por un par de días desde su colmena, no nos desvela su inesperada reacción. La vida imita a la muerte, y esta teatralización nos rodea destello a destello, como luces de neón en el centro de esta ciudad de artificio.

El Mercader de Surevic.







miércoles, 28 de abril de 2010

Grial


Linfa siniestra que cae en el Grial,
Sorbo que sabe a hiel.
Ventanas que cierran
El paso de un viento nebuloso.
Se abre la espesura,
Humano de labios secos
Logra tus oídos.

Perdido por perdido.
Grito somnífero que alerta.
Lágrimas que beben el llanto,
Fruto briznoso en tus manos
Que endulza tu piel.
Corro el bretel, beso tu hombro
Y logro tus oídos.

Linfa siniestra que cae en el Grial
Y rebalsa tus oídos…

Calígine


Puedo imaginar tu rostro
En un vidrio esmerilado,
Luego corroerme por dentro
En el momento en que no estás.
Porque es sano compartir la soledad,
Pero es mas grato convertirla en vos.

Porque una situación puede ser leída de mil formas,
Si lo impalpable de un alma toca la puerta
No seré yo quien decida esconderse
Ni serás vos la que lo reciba a la vivienda.

Quiero eliminar el vuelo de un fin
Con la velocidad letal de un puño
Pero seria insignificante de tu parte
Y tal vez también de la mía…

Ruta de la seda




Hay algo entre nosotros.
Algo que nos une y nos separa a la vez.
Entre el humo y la distancia
Se encuentra la ruta de la seda.
Rumbo al masaje cerebral
Al que nos acostumbraron
Va la diosa oriental.


Derrumbando el techo del mundo
Surca tus sueños a través de la ruta de la seda.
Ahora, probas tu suerte en la banquina
Y seguís preguntando si un árbol solo
Puede formar un bosque,
Al costado de la ruta de la seda.

Diamante y carbón



El viento y las ideas
Son como insectos
Que se topan con tus ojos,
Velas de arena, sumisos.

Té de cascabel y tósigo
Te dan de beber.

Momento único en lugar único
Piloteando el avión interior,
Bólido en nubes de espíritu.

Té de cascabel y tósigo
Te dan de beber.

El final no puede ser tan feliz:
Nos abandonamos el uno al otro,
Y nos dimos cuenta justo a tiempo.

Té de cascabel y tósigo
Debemos haber bebido…

martes, 27 de abril de 2010

Licor de Menta


El hielo es frontera entre el aire y mi licor de menta,
Brebaje que me sostiene y serena,
No es esmeralda diabólica y feérica
Ni topacio que remedie hastíos.


Hundida, en el fondo, casi bajo la llave de la asfixia,
La ceguera confunde al joven y aturde al sabio,
Quien cree insípido su beso
Vacía en el bar la copa que lo ha traicionado.

Empresa de fantasías cumplidas




Quizá, si necesitara menos
Sería rica hasta en el amor.
Era su riqueza lo que la empobrecía.

Su empresa de fantasías cumplidas colapsó,
Y vio entre humos de sueño, su derrumbe…

Verás en el cielo menos estrellas
De las que acostumbras a ver.
Te acostumbrarás a la compañía del diablo.

Solo un reparo en el viento y la lluvia quedó,
En su techo se hizo presente la herrumbre.
Y cortó la ciudad el alarido
De quien libera una vez más a la libertad.

lunes, 26 de abril de 2010

Silenciosos y llamativos


Son ojos preventivos,
Silenciosos y llamativos
Me pregunto, ¿todos somos culpables
De un pecado universal?
Esas hienas sudan miel de entre sus botas.

Aunque se rompa mi sombra
En mil pedazos, esta noche.

Son ojos preventivos,
Silenciosos y llamativos
En este cielo de anotar puntos por ajeno deseo
Esas hienas sudan miel de entre sus botas.

Todo ese amor,
Nadie sabe donde duerme, esta noche.

Todo ese amor, esta noche.

Canción del viaje-canción


Un crucero de amor
Por mis mareas
Es esta canción,
Un color en el cielo, mi amor
Y una estrella más.

¡Devuélveme los ojos,
Devuélveme mis ojos!

Así es la vida
En mis visiones,
(Nada de aviones)
Un crucero de amor
En esta canción.

Ni esperanza,
Ni desazón
Un vidrio roto
Hace toda la lluvia
En esta canción.

Soplando el Aire Primitivo


Arroyos de neón
Encandilan tus espaldas,
Tu papel de paquete para abrir
Te hace estallar.

A él que pretendía ser la brasa
Que encendía
Lo atacó una gota…

Soplando el aire primitivo,
Suplicando su papel.
-¿Por casualidad seguís frotando
El culo con tu enemigo?-

A él que pretendía ser la brasa
Que encendía
Lo atacó una gota
Y lo apagó…

El esquizofrenico de las mil lenguas


-“Bastante bien para un tipo como yo, que ilumina su ardiente mástil en frágiles mares de olas tímidas, y que manosea frenéticamente blandos senos maternales en un aula infantilmente decorada de una escuela primaria; y que, siguiendo los consejos de mi abuela Margarita, remojo mis bolas en un caldo de ajíes y barro turco para mantenerlas al rojo vivo por más tiempo”…. Así trataba a sus últimas amantes, Osmar Barrera; conocido en el conurbano como el esquizofrénico de las mil lenguas. Así las trataba, con una ambigüedad y falta de sutileza que, misteriosamente, lo engrandecía hasta verdaderamente opacar a los grandes artistas de la galantería.

Las reacciones de los demás hombres hacia Barrera eran ambiguas y taxativas. Algunos, negaban su existencia, agregándole un valor mítico invaluable, otros, vaya a saber uno desde que punto de vista lo admiraban pontífica y beatamente; algunos otros, sencillamente aborrecían a este hombre acusándolo de irrespetuoso e inmoral. Sin embargo, pocos habían sido los que se habían atrevidos a hacerle frente a este moscardón que les había comenzado a quitar la sopa de sus narices.

Entre los primeros, se encontraban los infieles y los arrogantes, quienes, quizás sin saberlo lograban un trémulo culto a este humano desinteresado. Entre los segundos, llamémoslos sus admiradores, encontramos a los más jóvenes, que queriendo seguir el ejemplo de su iluminado maestro, corrían suerte muy diferente; para ser más explícitos, corrían fortuna contraria recibiendo frecuentemente fuertes bofetadas que se veían obligados a lucir como pesadas medallas. Peor suerte aún corrían sus enemigos, el grupo de los terceros. Su decencia descendía estrepitosamente, minuto a minuto, en frases enmarañadas y frecuentemente faltas de realidad, que los dejaba como absurdos monigotes de circo frente a sus compañeros.

Sin embargo, esta historia, cobra un vuelco inimaginable, con las fechorías de un manojo, el más radical, dentro de sus enemigos. Estos comenzaron, mediante sádicos movimientos coercitivos, a dejar mal parado a Barrera y hacer languidecer su imagen de inflexible macho cabrío que poseía. Los recursos fueron innumerables. Para citar algunos, los más viles, se inició una feria que promovería la ya olvidada actividad del buen galán: Confección de un ramo de flores primaverales, Improvisación de empalagosos poemas y muchas otras actividades románticas que comenzaron a formar parte nuevamente del conocimiento colectivo. Incluso se abrió una “Escuela del Amor Sano”, graduándose de “Enamorados Profesionales”, listos para cualquier relación amorosa en la cual se enredara el individuo.

Muchos afirman haber visto al esquizofrénico de las mil lenguas en bares y discos haciendo alarde de un lenguaje refinado y correcto, entremezclado con hábiles sonrisas y secretamente susurrando al oído de bellas muchachas:
-“Bastante bien para un tipo como yo, que ilumina su ardiente mástil….”-.

sábado, 24 de abril de 2010

Proemio Lunar

“Somos seres normales,
Psicológicamente sanos,
Cuando no está inhibida
Nuestra búsqueda del saber”

S. Freud


De repente todo se oscureció.
Vi apagarse la brasa de un cigarrillo. No era el mío. El trago estaba en mi mano.
Medité y bebí.
Eran mil. Ni una mas, ni una menos, Todas ubicadas en fila frente a mi, y todas hablaban sin remordimientos de mis recuerdos, misterios, secretos y pasiones.

Pedí silencio y no obedecieron.
En un rapto de locura asesiné a una de ellas, aunque su voz permaneció intacta. Permanecí callado, inerte. Escuchando.
El sonido nublaba el cielo. Mil lenguas se trenzaban entre si en una única voz irreproducible. Vendí mi alma al diablo. Bebí de un trago el vaso.

Por fin, las mil lenguas repitieron en mis oídos, con el canto bello de una sirena, las luminosas palabras del inconsciente.
Entre los defectos del tiempo se encuentra que pasa en todo momento…