Venus

Consciente del cordón sin límites brotando de su frente, 

emprendió su viaje supremo 

para verse reflejado en el cosmos, 

en una pequeña estrella titilante 

que sigue el ritmo de la expansión universal 

que acompaña los latidos.

Sabiendo moverse en el vacío que se expande, 

encontró los más exóticos parajes interestelares 

que lo esperan eternamente 

cuando la luz interior que habita en su cuerpo durmiente

decida emigrar, 

como lo hacen las aves por vuestros cielos.

Conociendo de vista a los entes inertes del bajo astral

que lo acechaban sin piedad 

pretendiendo dejarlo quieto y seco en su cama, 

sin rastros de lo que pudo haber pasado, 

éstos fueron como babas de Venus 

que no lograron ahogarlo.

Siempre cobijado bajo un prudente manto de sospecha, 

el fruto de la vida floreció en su corazón.

La chispa arde en un incendio interior 

que amenaza con devastarlo todo 

y por fin el transcriptor se convence 

de que la inspiración hoy, es realmente divina.

La inspiración hoy, es realmente divina.