La gran mentira de un secreto ha
llegado a su fin.
Los si no siempre significan si; lo has corroborado hasta el
hartazgo.
Los billetes más caros están en tu culo.
Tus amores mas sensibles
también.
Lo más penoso es que nada valga de ellos.
Todos tus vicios se han vuelto descartables.
¿Qué decir de tu fe, animal errante, fiera engrandecida solo por
los siglos?
¿Qué decir de las acciones cada vez menos omnipotentes?
¿Qué decir
de tu estilo de gallo quebrado?
¿Qué responder a mis preguntas hechas respuesta?
¿Qué decir?
Ya nada te desvela como antes.
La
sotana de lino no tapa tus rodillas,
y ha llegado la hora de implorar por tus
tentaciones.
El jamoneo de tus amantes no te contonea
y te has perdido en un
tren sin vagones.
Mirame a los ojos y decime que no me oís.
Tus respuestas girarán en torno a lugares de los que descreo
y, creo, descreemos. ¿Qué diremos de tu astucia cada vez menos perspicaz?
¿Qué
decir de tu alma en pena vagando por los monasterios?
¿Qué decir de tu caridad hecha
astillas?
¿Qué dirás?