Luz de Medianoche

Veo un árbol florecer,

Y a su costado un río secándose.

Es la luz solar de medianoche.

Veo que soplas la mosca

Para que zumbe mis olvidos.

Es la luz de medianoche.

Veo una rosa amarte

Mientras abrazas y besas sus espinas.

Es la luz de luna de medianoche.

Veo que soplas la mosca

Para que zumbe mis olvidos.

Es la luz de medianoche.

¡Veo cielos de medianoche!

Lamento De Un Olvidado

Estrellas y un planeta,

Lluvia en el mar imponente.

La luz en la luz se opaca

Y quedamos olvidados.

Llamas en un infierno,

Pingües cuerpos maltratan,

Envenenados de tierras altas.

Enamorar y eliminar se confunden.

Una raya en la pared, y tres más

Y una que las atraviesa.

Memorias del Imaginario

Caigo en un pozo imaginario

Siento un vértigo en mi cuerpo

Un eterno caer sin ningún peñón que asome,

Un alto en la velocidad.

¡Un mundo incompleto en el universo incompleto!

Las calles son los ríos del viento

Y es el aire en movimiento el que refresca tu mar,

Mar que jamás se congela, a lo sumo se estanca,

Un alto en la velocidad...

¡Un mundo incompleto en el universo incompleto!

Veintebosques

Veinte bosques sin hojas ni espinas

Nos encierran en esta reunión.

Veinte bosques de flores sin marchitar

Nos abrazan tibiamente con su respiración.

La música la logra el viento

Que enfría tus oídos con una brisa al compás.

Obsequiado al cielo, flotas al aire

Sostenido por la gravedad, que,

Quitándonos un poco, nos brinda la libertad.

Veinte bosques de sabiduría antigua

Esperando, con calma, nuestro paso

Para poder comunicar el secreto espiritual.

Vencido por vencido, cae uno en la cuenta

Que ese magnetismo con el que nos paga el mundo

Es una dosis justa de confianza otorgada.

Veinte bosques que esta noche se duplican.

Pero el árbol que se siente solo

Marchita su flor radiante para que no lo vean llorar.

El Humo y La Libertad

Insectos que forman nubes

Frente a la mirada imperturbable de Tío Botella

Hojarasca que borra la huella

Del irrepetible camino que por azar ha tomado.

Ni su aliento podrá quitarlos

Ni sus pasos volverán a guiarlo.

Me pregunto si habrá lugar para una sonrisa

Y contesta con una carcajada.

-Y pensar que conocí un cielo

Que de tan inmenso nos envolvía- dijo.

No hay melancolía en su voz

Y sin embargo hay llanto en la mía.

Ya no hay trenes que lo hagan regresar

Tampoco viajes que lo hagan meditar

Y no hay bebida que le sea refrescante.

Solo hay un cigarrillo con el cual amenizar.

Pero hace mucho ha dejado de pensar

Que en el humo que se escapa haya un rastro de libertad.

La paloma Y El Fuego

Bienaventurado quien entre a la ciudad

Donde el infierno es libertad

(Todos duermen en el palomar)

Ni vivo ni muerto

(Presente me encontrarás)

Venganzas y hechizos que huelen a virgen

En el infierno de la libertad

(Solo y despierto en el palomar)

Ni ciego ni tuerto

(Invisible me encontrarás)

El vuelo frío de una paloma y su fuego

Como infierno de libertad

(Me recordó en el palomar)

Ella, El Payaso Que Toca El Violín.

Ella es un payaso tocando el violín
Y en su maquillaje la lágrima es real.
Armoniza una esquina de ciudad con la misma intensidad que una luciérnaga
Ilumina la noche en plena inmensidad.

Con poco fuego se logró un caldo
Que burbujea en la vasija sin humear

Multicolores son los corales que tejen su traje.
Dulces como trino de zorzal al alba,
Sus ojos se ciernen al ritmo de un vals que se forja entre sus dedos
Iluminando esa esquina que ha logrado conmover.

Se bebe poco a poco como en ritual
Y como una melodía, toma la forma de tu alma.

Pocos son los que se escapan del amanecer.
En el cielo es donde se ven los ángeles
Y de repente has visto el paso del tiempo como algo fugaz.
En la espuma del brebaje, que se eleva ante el calor,
Se esconde la belleza oculta de su mascara real.
Y en el ciclo vital del trance ocular se seca su lágrima que la despintó
Mientras oigo que al silencio no lo llena un violín...

Vivir Es Un Acto Sensible

Vivir es un acto sensible.
Una vez que el camino se ha puesto suficientemente nebuloso, sabrá ponernos en un dilema con una fórmula que solo los caminos saben develar. Sentir el bien y el mal, el todo y la nada al mismo tiempo, pulsar tu maquinaria intuitiva desnudándola y poniéndola en feroz apareo con el instinto; abre un camino por encima de las nubes.


La luna puso en la mujer, la flor de lis en su vientre, por eso el amor maternal es blanco y luminoso. Mientras, el sol, tácito testigo de una luz en su pecho, se hizo ausente, quien sabe por cuanto tiempo. Quizás haya sido solo un guiño, tal vez no volvamos a verlo. No lo se.

La suciedad desapareció, también el brillo áurico de una copa de cristal y el silencio se adueñó del mundo de los sonidos.
Ni el fino sonido del violín que antes escuchaba desde algún hogar vecino, resplandecía. Incluso creo que mi cigarrillo se ha apagado.

Dicen que una vez arriba de las nubes, el cielo se ve pequeño.
Vivir es un acto sensible.



El mercader de Surevic

El Crujir de un Árbol

Un pez jamás muerde

Dos veces el mismo anzuelo

Por eso no soy carnada para tu corazón.

El velo que tapa tu rostro,

Mascara de acre petróleo,

Y tu lengua como una locomotora.

En el valle, por la noche,

Se oyó el crujir de un árbol.

Un pez jamás muerde

Dos veces el mismo anzuelo

Por eso no soy carnada para tu corazón.

Polen que esclaviza

Mientras todo lo fertiliza,

Cuando entre un suspiro y otro hay una voz.

En el valle, por la noche,

Se oyó el crujir de un árbol.

El Puente

Ve desde el puente
Pasar el agua de la sabiduría,
En el puente, como en la vida, un aprendizaje.
(Ciclo elemental de quien habita)

Permíteme remar contra la corriente,
Como pez muerto.

Camina unos pasos,
Desde el puente escupe el caudal.
La sabiduría, como la vida, sigue río abajo.
(Ciclo elemental de quien habita).

Prométeme seguir remando contra la corriente,
Mientras sonrías.

Cuando Sube La Marea…

Compases de quienes piensan
Como piensa el agua en un río
Tirar el paño en el campo
Y mirar a través de los espejos.

Asnos llaman, caballos callan…



Reflexiona la cascada
Siguiendo el ruido de compases.
Abundan en mi, arroyos
Y se desprenden de vos olas.

Abejas zumban, colmenas callan…

Júpiter (El Sueño y el Infinito)

Vencido el sueño
Por un despertar dudoso, girarás en el infinito.


Oigo el derrumbar de paredes de oropel.

Sabes, hay despojos
De los que uno no debería arrepentirse.


Penumbras en el mar de un sueño en el infinito.

Sabes, hay tormentas
De las que uno debería aprender.

Tres Marías

Vistió como pudo y vino a visitarnos.
Hermano en las peores
Y le alcanza,
Ridiculizándote en las buenas
Y… le alcanza.

Si hay quienes pueden ver en las Tres Marías
La cola del diablo…

Insultó y agradeció, merodeó y desarticuló.
Hermano en las peores
Y le alcanza.

Si hay quienes pueden ver en las Tres Marías
Los cuernos del diablo…

Lo nuestro se va
Movimiento a movimiento…
Y… le alcanza

Si hay quienes pueden ver en las Tres Marías
El cuerpo del diablo…

Claves Interpretativas

El escepticismo coloca en los rincones del pensamiento a quienes lo practican. Desde estos oscuros territorios, la voz de la visión es novedosa, y por lo tanto digna de ser oída, interesante.


Alguien que descree por completo de los órdenes establecidos, es capaz de observar fisuras, contradicciones y momentos de lobreguez en el accionar por los que éstos pasan. El escéptico cumple el papel de antagonista frente al protagonismo del pensamiento dogmático que se propone como discurso preelaborado del mundo crédulo y dócil. Desde este antagonismo uno no hace más que brindar las libertades necesarias para el acceso a las “Claves interpretativas” de la realidad, y su posterior adueñamiento.


Agazapado en la oscuridad, uno puede tomar por la clámide al plúmbico cielo opresor y abofetearlo cuantas veces sea necesario; mientras este, con paso furtivo, se dispone a atravesar pasiones y sentimientos que no son de su agrado. Si bien las primeras, como maquinarias de existencia, no me apasionan, sino que más bien me atemorizan, idealistas, utópicos e infrahéroes las eligen como motor de sus actos, y esto es por demás respetable.


Otro es mi trato con los sentimientos. Pocas veces el cielo es tormentoso para quienes oigan sus ciegas palabras. Y definitivamente será soleado para quienes también confíen en ellas. Además, al no tener espíritu suntuario ni sacro, los sentimientos adhieren y adquieren una voz de mando en almas sensibles y paganas, en las cuales encuentro el germen del nuevo amor. No obstante, navegando en el piélago de los sentimientos, es muy probable el desembarco en las tierras de las pasiones, degeneradoras del pensamiento racional. Este, es el arma sin gatillo de los escépticos; quizás por eso les tema a las pasiones y arriesgue una pesadilla en el inconsciente de los sentimientos inconscientes.




El Mercader de Surevic

El Juez

Juega con el martillo entre sus finos dedos de piel.
Pronto a dar el veredicto sin preguntarse quien es él.

Tío Botella hoy es juez del sincronismo del cual es parte.

Pronto a dar el veredicto no acomoda su papel.
Y entre enfermeras truchas hoy no mastica el cielo.

Tío Botella hoy es juez, rumiando el bocado del cual es parte.

Sale a dar su imagen del hecho vestido de negro impoluto
Y zapatos de cuero blanco sin preguntarse quien es él.

Tío Botella hoy es juez de un mundo del que ya no es parte.

El Mago

Puedo crear una ausencia imaginaria,

Deshacerla, y volverla a crear

Para que esta vez sea una presencia real.

Pero no hay quien saque

A este conejo de la galera

Puedo vencer tu vista y la gravedad

Y veras que mis manos sin tacto

Son más veloces que la mente y la realidad.

Pero mi galera está vacía

Y es mi última función.

Puedo crear una ausencia imaginaria,

Deshacerla, y volverla a crear

Para que esta vez sea una presencia real.

Y aun asi, no hay quien vea

A este conejo en la galera...

El Silencio de Quien Solo Calla

Sentís un radar a tus espaldas.

No es el temor a que te acostumbras.

Ni es la sombra que, día a día, te acompaña.

Junglas que escenifican tu paso sigiloso.

Serpentean tus nervios, irreconocibles.

Vibras como en baile con la muerte.

No es el silencio de quien solo calla,

Ni un viaje al imaginario.

Vientos que huelen mal (sentís pasar),

Caníbales tus labios, irreconocibles.

¡Caníbales tus ojos, irreconocibles!

Resplandor de Bronce / Escarabajos

Untar tus sesos en pan
Amasado con la harina de tus huesos
Es lo que logra pantagruélico festín.

Estás obligando a un parásito
A una gula que lo desbaste.

Serás caníbal voraz y tétrico
De esos que comen de su propia carne
Y sos lo que logra pantagruélico festín.

Vas como tentado parásito
A una gula que lo desbaste.

Los escarabajos de Gibraltar,
Los mismos que eran amuletos,
Hoy te devoran el cuerpo
Comenzando desde los pies.

Lo único que atinas a quitarte
Es un adelantado que pellizca tu pecho

¿Ballenas o Monos?

El vientre no puede decidirse,
Las ballenas comen sueños
De las bandejas,
Como manteca para el desayuno…

Los monos trepan
Hasta las ideas
Y se las desayunan como bombones
Condimentándolas al culo.

Es una cita a ciegas
De una sola de las partes,
Mucha manteca para el desayuno
Es mucha manteca para el desayuno.

Sortilegio

Céfiro del sótano de Erebo,
Cauce del Leteo.

El mismo diablo
Bebiendo su miasma
Y relamiéndose.
Tan pérfida
Que sintió el anzuelo
Apelaba a la verdad
Aún cuando mentía.

Céfiro del sótano de Erebo,
Cauce del Leteo.

¡Mucha Manteca Para el Desayuno!

Vocifera en su manifiesto, Barrera, su apego a la brujería. Algunos, teatralmente, afirman haberlo visto revolviendo entre sus legumbres ciertos condimentos de aspecto tenebroso, al grito de:

“¡Escarabajos de Gibraltar,
Antes amuletos,
Devoran tu cuerpo
Comenzando desde los pies.
Un adelantado ya devora tu pecho!”

Finalizado por una carcajada maléfica.
Sin embargo, Barrera siempre negó esas escenas aduciendo que la magia se encontraba rodeándonos. “Sin realidad no encontramos fantasía”, finalizó su manifiesto.

Existieron grupos independientes que intentaron, cada uno por su parte, una especie de “Inquisición modernizada”, que culminó en la muerte de dos defensores de su realidad que lamentablemente se encontraban en bandos diferentes, en la salida de una de las rigurosas declaraciones ante el Juez a la que Barrera se veía sometido a diario. Imaginen el perfil escandaloso que llegó a tener Osmar Barrera que algunos periódicos lo tomaron como una noticia de cierta importancia. Milagrosamente la prensa sensacionalista se alejó del caso, descartándolo de sus páginas.

“¡Mucha manteca para el desayuno!”, fueron las últimas palabras que Barrera dirigió al Ujier, al tiempo exacto en que era declarado inocente. Si bien Osmar Barrera, al menos judicialmente, se hallaba alejado del más allá y todo su esoterismo, no se le permitió de por vida acercarse ni a escobas (lo que condujo a la contratación de una mucama por parte de Barrera, hallada muerta unas semanas después en condiciones dudosas en la terraza de un edificio), ni a lechuzas.
No obstante, pensar que toda esta historia es un eterno abrazo a la fantasía por parte de la mente de Barrera, bastará con recordar las palabras de él mismo:
“Sin realidad no encontramos fantasía”

De Lunas

El ojo de la noche,
Siempre punta de colina,
Mira tan desafiante
Sin lamentar su mísera suerte.

Finge que finge el frío
Y cierra su mordedura,
Libertad por libertad
Y así serán felices

¿Qué le vas a hacer
Si este Dios no aconseja
Un acertijo en tus oídos?

Ya cerraste el arcón

De lunas y flagelo radiactivo…

Fiebre del Oro

Morado capricho espiral,
Con glóbulos de inocencia,
Machacan tus dientes desnudos.
Sin rosas en la frente vas.

A puro delirio camboyano,
Fue el instante secreto
En que sembramos las nubes
Salpicándolas de consuelos.

Placeres tristes al terminar.
Raja los vidrios tu ritmo desolador.
La fiebre del oro, te alcanzó.

La Llave Que Yace

En el vestíbulo desierto de la mansión
Yace inmóvil una llave que, misteriosa,
Mantenía cerrado un cofre que jamás se ha hallado

Jamás nadie la había movido de allí, aseguran.
Insensatos inquilinos habían remodelado el hogar
Y no la han considerado parte de él, dejándola yacer.

Algunos, un tanto mas incrédulos, no acrecentaron la leyenda.
En los confines del tiempo, con la construcción de la casona,
Algún olvidadizo albañil, con una dosis de distracción, la dejó yacer.

Quienes encargaron la construcción de tal obra, la abandonaron rápido.
Y quien escribe y describe el momento y los objetos,
Cae en el pozo eterno, y, sin tocar la llave, simplemente la deja yacer

La Incansable Lengua de la Conciencia

Permítanme negar algunas leyes infalibles.

El orgullo se ha disecado al sol durante tantos años que el que intente tomarlo como un arma para sus próximos desafíos, solo quedará con un polvo frágil entre sus dedos, ahora malolientes. Dios se ha tomado vacaciones (muchos creen que inmerecidas) y dejó a nuestro culo como guía de nuestros pensamientos. Con él también se fueron la suerte, el destino y un ave desplumada que simboliza tantos pecados. Sin estos disparates de la moral, el culo puede creerse lazarillo de nuestros actos, siendo más ciego que un topo que hace años no respira el aire de la superficie.

También descreo férreamente en un principio del fin. Creo que aun no se vislumbra a futuro el fin de un principio. No vean esto como falsa esperanza, ni crean que es la conciencia la que dicta mis letras. El culo sabe callarse justo a tiempo. Punto a favor por sobre la primera, y punto letal para una victoria inesperada.


El Mercader de Surevic

Diagramas

Diagramar la constelación del pulso.
Diagramar la voz de Dios con pulso.
Diagramar pentagramas en blanco y su pulso.
Días diagramados, dilapidados y sin pulso.

Jamás un mendigo olvida su sombrero.


Diagramas arco iris pero sin color insulso.
Diagramar estados de ánimo controlando impulsos.
Diagramar diafragmas carentes de pulso.
Días diagramados, dilapidados y sin pulso.

No hay estoraques dulces que alivianen los días.

Calles Secas por Mojar

Un halcón huyendo, soy,
En el cielo más profano;
Buscando una canción, desvanecido.

Cuanto filo tiene el puñal
Si de desafilar se trata,
(Licenciados del presidio desafiando al ojo claro del miedo)

Son pobres de Cristo, al margen,
Regalando mis limosnas a los costados.
(Pastel de pecadores arrepentidos)
Sin tus ritmos al salpicar.

Las calles son los ríos del viento
Y es el aire en movimiento
El que refresca tu mar.

Ya se puede escuchar el canto de las sirenas…

El Ojo de Dios no Duerme

Abriste el falso atado
Y se antojó
Mejor que ninguna.
Vivimos en un mundo
Que lo dieron vuelta
Y lo pusieron de nuevo
A orbitar…

Volver o quedar
Es lo mismo,
Tu alma ya lo tenía decidido.
Vivís en un mundo
Que lo dieron vuelta
Y lo pusieron de nuevo
A orbitar…

El ojo de Dios no duerme
-“Quien de mí se olvide morirá en vida”-
Susurró reviviéndome.
Vivo en un mundo
Que lo dieron vuelta
Y lo pusieron de nuevo a orbitar…

¡Rayos y Centellas!

Como una vez,
Mira la vida como lamento,
Cruz y grito
Y debe sus promesas



Rezar entre maniáticos
No debe servir de nada



¡Cielos!

Capitán Bogavante

“Mandar es respirar.”

A. Camus

Acróbata maravilla,

El Capitán Bogavante.
El sabe bien
Que ciertos caballos
No pueden enlazarse
Nuevamente.



Entre las calles
Ardillas vulnerables,
Los estallidos finos
Que harán temblar
Los mares de esta ciudad.



Estás soplando un remolino en tus manos.
¡Porque querés maravillar!

Bandas de nativos. (Ritmo para Cuautemoc)

Las armas no arman sino que desarman.
Me abrumo, te abrumo con zumbidos.
Bandas de nativos cubiertos de azar.

El sol y su calor hornearán tu carne
Dentro de tu armadura ennoblecida.
Bandas de nativos rellenos de sal.

Solo en cimas anida el Águila,
Y tu brazo dorado golpeando el viento aún.
Bandas de nativos bañados de mar.

La Vida imita la Muerte.

La vida imita la muerte y se regocija entre nosotros con una lujuria por momentos atrapante y por momentos, francamente vomitiva. Puede un cerdo rumiante beberse nuestras copas con una elegancia ejemplar, del mismo modo que un psicópata desprevenido se deja seducir fielmente por lo que le dictan las estrellas. Nos acostumbramos a los golpes a que un duende astronauta nos agudice con sus personajes multifacéticos y sus psico-sádicos planes operantes.

¿Puede acaso el Capitán Bogavante desfilar adictamente por los pasillos de TV como por arte de magia? Es muy común ver a nuestros padres caer en la tentación del “Culo-Shop” con la lengua entre sus manos y los ojos embravecidos sobre el tapete del Casino “Modern-Persia”. No nos sacude para nada ver a un puto de cartel viendo secar su miembro entre los culos de la colección de intachables. No nos intimida en lo más mínimo ver a un tano “Killersino” espiarnos detrás de un muro enmohecido, ¡uno se acostumbra a cada cosa! Puede el mismo diablo reinar por un par de días desde su colmena, no nos desvela su inesperada reacción. La vida imita a la muerte, y esta teatralización nos rodea destello a destello, como luces de neón en el centro de esta ciudad de artificio.

El Mercader de Surevic.

Grial

Linfa siniestra que cae en el Grial,
Sorbo que sabe a hiel.
Ventanas que cierran
El paso de un viento nebuloso.
Se abre la espesura,
Humano de labios secos
Logra tus oídos.

Perdido por perdido.
Grito somnífero que alerta.
Lágrimas que beben el llanto,
Fruto briznoso en tus manos
Que endulza tu piel.
Corro el bretel, beso tu hombro
Y logro tus oídos.

Linfa siniestra que cae en el Grial
Y rebalsa tus oídos…

Calígine

Puedo imaginar tu rostro
En un vidrio esmerilado,
Luego corroerme por dentro
En el momento en que no estás.
Porque es sano compartir la soledad,
Pero es mas grato convertirla en vos.

Porque una situación puede ser leída de mil formas,
Si lo impalpable de un alma toca la puerta
No seré yo quien decida esconderse
Ni serás vos la que lo reciba a la vivienda.

Quiero eliminar el vuelo de un fin
Con la velocidad letal de un puño
Pero seria insignificante de tu parte
Y tal vez también de la mía…

Ruta de la seda

Hay algo entre nosotros.
Algo que nos une y nos separa a la vez.
Entre el humo y la distancia
Se encuentra la ruta de la seda.
Rumbo al masaje cerebral
Al que nos acostumbraron
Va la diosa oriental.

Derrumbando el techo del mundo
Surca tus sueños a través de la ruta de la seda.
Ahora, probas tu suerte en la banquina
Y seguís preguntando si un árbol solo
Puede formar un bosque,
Al costado de la ruta de la seda.

Diamante y carbón

El viento y las ideas
Son como insectos
Que se topan con tus ojos,
Velas de arena, sumisos.

Té de cascabel y tósigo
Te dan de beber.

Momento único en lugar único
Piloteando el avión interior,
Bólido en nubes de espíritu.

Té de cascabel y tósigo
Te dan de beber.

El final no puede ser tan feliz:
Nos abandonamos el uno al otro,
Y nos dimos cuenta justo a tiempo.

Té de cascabel y tósigo
Debemos haber bebido…